11 de septiembre de 2008

Eternamente olvidados

Ya quedan pocos días para que se acaben los Juegos Paralímpicos, y aún espero el momento en el que se dediquen portadas, entrevistas, minutos televisivos... a un evento deportivo, que significa realmente lo que nos quieren vender como Olimpismo. Porque las ganas de superación de todos y cada uno de los participantes, la entereza y el valor de los entrenadores y responsables y la ilusión que todos ellos muestran en este evento, debe por lo menos ser mostrado a todos nosotros.

No seré yo quien reste mérito a cualquier deportista; ni me atrevería a comparar a los Nadal, Phelps, Bolt y compañía con los atletas paralímpicos, pero creo que es necesario que todos recapacitemos. Sólo cuando uno de ellos osa a probar a ser parte de ese mundo olímpico, plagado de estrellas mediáiticas y de "glamour", es cuando la noticia salta a la palestra, y se abren debates en muchos casos vacíos, llegando a valorar las ventajas que dicho atleta puede tener por llevar prótesis en sus dos piernas.


Una delegación , la española, con más de 140 representantes, y que puede acercarse a las 50 medallas (30 van a día de hoy), merece ser tratada como tal. Pero no sólo por el valor de los resultados, ni por el número de medallas, si no por lo que supone ser capaces de superar todo hándicap, cualquier dificultad, y afrontar la vida y el deporte con ilusión y coraje. Superar un accidente de tráfico, una mala caída o una discapacidad sensorial, y apostar con fuerza. Y lo más importante, con una sonrisa en la boca contagiosa, con una alegría que supera a la de los grandes campeones, y con una deportividad digna de unos Juegos Olímpicos. Y aún así, siguen en el olvido, porque es mucho más importante el "patatal" en el que España se enfrentó a Bosnia, que Villa supera a Zarra, que el Barcelona juega con juveniles o que si a Nadal se le rompen los pantalones; incluso ver a Zapatero caminando por Picos. Eso si llena portadas, entrevistas y reportajes.



Video de Remo adaptado