2 de mayo de 2011

Nacidos para actuar.

Es difícil de entender en los tiempos que corren, donde la gente lucha por un puesto de trabajo (ya ni digno, simplemente un puesto), como alguno/a ya tiene claro su futuro nada mas nacer. Y nadie lo va a poner en duda, ni en juego. No les va a hacer falta demostrar su valía, ni tendrán que pasar pruebas para llegar al cargo; ni tan siquiera quien le paga va a tener el derecho de escogerlo/a. Simplemente han nacido, y listo. De entre millones de personas, sólo unos pocos son los escogidos. Los puede haber mejores, más preparados, más deseados… pero eso es irrelevante, lo realmente importante, es haber nacido en la familia adecuada, en la única familia, la escogida (curiosamente en algún caso).
Tienen ellos también la potestad de escoger a otra persona, su pareja, que va a gozar de tales beneficios, ha sido la persona elegida. Tampoco a esta persona se le exige preparación, ni pruebas, ni requisitos, simplemente haberse enamorado de la persona adecuada, y ser capaz de enamorar al susodicho. Y entonces se casan, lo celebran por todo lo alto. Todo está permitido para aclamar a los escogidos. Aquellos que les ovacionan, les adoran, nunca podrán llegar a su puesto, simplemente porque no han nacido en la familia escogida. Pero eso no importa, ellos son adorables, cercanos. Y nos debería gustar como visten, como ríen, como andan, como hablan, como actúan. Ese es su cometido en esta vida, actuar. Y nos lo venden como un cuento de ensueño, ese que todos leímos de pequeños.
Quizás nunca deberían haber salido de los cuentos.
Salud.

1 comentario:

AlejoFP dijo...

Y los personajes secundarios, se vuelven primarios y también los idolatramos.

Y las televisiones hacen reportajes especiales y retransmisiones de pila de horas de un acontecimiento que ni nos va ni nos viene.